lunes, 2 de junio de 2008


"Hablo porque conozco mis necesidades,dudo porque no conozco las tuyas. Mis palabras vienen de mi experiencia de vida. Tu entendimiento viene de la tuya. Por eso, lo que yo digo, y lo que tu oyes, puede no ser lo mismo. Por lo que si tu escuchas cuidadosamente, no sólo con tus oídos, sino también con tus ojos y tu corazón, puede ser que logremos comunicarnos."


Herbert. G.Lingren

jueves, 29 de mayo de 2008


Puedo imaginarme las caras de toda esa gente,
todos esos que piensan que me paso la vida intentando llamar la atención,
igual que un niño desplazado por su hermanito recién nacido.

Si ellos supieran,
si realmente pudieran hacerse una idea del trabajo que me cuesta no dejarme llevar por mi vena lunática y gritarles a la cara que
NO ME GUSTAN SUS VIDAS!!!


El miedo de Greta.

miércoles, 21 de mayo de 2008



"Solo despues de que el último árbol sea cortado
solo despues de que el último río sea envenenado
solo despues de que el último pez sea apresado
Solo entonces sabrás que el dinero no se puede comer"

(Profecia india)




En el siglo XIX una ardilla podía cruzar la Península Ibérica saltando de un árbol a otro. Pensemos en ello…

lunes, 19 de mayo de 2008

El contador de estrellas


El cuarto planeta era el del hombre de negocios. El hombre estaba tan ocupado que ni siquiera levantó la cabeza cuando llegó el principito.
- Buenos días-le dijo este-. Su cigarrillo está apagado.
- Tres y dos son cinco. Cinco y siete, doce. Doce y tres, quince. Buenos días. Quince y siete, veintidós. Veintidós y seis, veintiocho.
No tengo tiempo para volver a encenderlo. Veintiséis y cinco, treinta y uno. ¡uf! Da un total, pues, de quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno.
-¿Quinientos millones de qué?
-¡Eh! ¿Estas siempre ahí? Quinientos millones de…Ya no sé…¡Tengo tanto trabajo! Yo soy serio, no me divierto con tonterías. Dos y cinco, siete…
-Quinientos millones de qué?- Repitió el principito, que nunca en su vida había renunciado a una pregunta, una vez que la había formulado.
El hombre de negocios levantó la cabeza:
-En los cincuenta y cuatro años que hace que habito este planeta, solo he sido molestado tres veces. La primera fue hace veintidós años, por un abejorro que cayó Dios sabe de dónde. Produjo un ruido espantoso y cometí cuatro errores en una suma. La segunda fue hace once años por ataque de reumatismo. Me hace falta ejercicio. No tengo tiempo para moverme, Yo soy serio: la tercera vez…¡Hela aquí! Decía, pues, quinientos un millones…
-¿Millones de qué?
El hombre de negocios comprendió que no había esperanza de paz.
.-Millones de esas cositas que se ven a veces en el cielo.
-¿Moscas?
-Pero no, cositas que brillan.
-¿Abejas?
-¡No, no! Cositas doradas que hacen desvariar a los holgazanes. ¡Pero yo soy serio! No tengo tiempo para desvariar.
-¡Ah! ¿Estrellas?
-Eso es. Estrellas.
-¿Y que haces tú con quinientos millones de estrellas?
-Quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno. Yo soy serio, soy preciso.
-¿Y qué haces con esas estrellas?
-¿Qué hago?
-Si
-Nada. Las poseo.
-¿Posees las estrellas?
-Sí
-Pero he visto a un rey que…
-Los reyes no poseen; “reinan”. Es muy diferente.
-¿Y para que te sirve poseer las estrellas?
-Me sirve para ser rico.
-¿Y para qué te sirve ser rico?
-Para comprar otras estrellas, si alguien las encuentra.
“Este”, se dijo el principito, “razona un poco como el ebrio”.
Sin embargo, siguió preguntando:
-¿Cómo se puede poseer las estrellas?
-¿De quién son?-Replicó, hosco, el hombre de negocios.
-No sé. De nadie.
-Entonces son mías, pues soy el primero e haberlo pensado.
-¿Es suficiente?
-Seguramente. Cuando encuentras un diamante que no es de nadie, es tuyo. Cuando encuentras una isla que no es de nadie, es tuya. Cuando eres el primero en tener una idea, la haces patentar: es tuya. Yo poseo las estrellas porque jamás nadie antes que yo soñó con poseerlas.
-Es verdad-dijo el principito-¿Y qué haces tú con las estrellas?
-Las administro. Las cuento y las recuento-dijo el hombre de negocios-Es difícil. ¡Pero yo soy un hombre serio!
El principito no estaba satisfecho.
-Yo, si poseo un pañuelo, puedo ponerlo alrededor de mi cuello y llevármelo. Yo, si poseo una flor, puedo cortarla y llevármela. ¡Pero tú no puedes cortar las estrellas!
-No, pero puedo depositarlas en el banco.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Quiere decir que escribo en un papelito la cantidad de mis estrellas. Y después cierro el papelito, bajo llave, en un cajón.
-¿Eso es todo?
-Es suficiente.
“Es divertido”, pensó el principito.”Es bastante poético. Pero no es muy serio”
El principito tenía sobre las cosas serias ideas muy diferentes de las ideas de las personas mayores.
-Yo-dijo aún- poseo una flor que riego todos los días. Poseo tres volcanes que deshollino todas las semanas. Y deshollino también el que esta extinguido. Nunca se sabe. Es útil para mis volcanes y es útil para mi flor que yo los posea. Pero tú no eres útil a las estrellas…
El hombre de negocios abrió la boca pero no encontró respuesta y el principito se fue.

domingo, 18 de mayo de 2008


"… La profundidad del mar depende de los pies. De los pasos que uno esté dispuesto a dar hacia adentro. Hay gente a la que el mar le llegará siempre a la cintura, sólo a la cintura. Y otros que se quedarán en la playa toda la vida."

Todo llega, todo pasa...


Vive mirando una estrella siempre en estado de espera. Bebe a la noche ginebra para encontrarse con ella. Sueña con su calavera y viene un perro y se la lleva, y aleja las pesadillas dejando en un agujero unas flores amarillas pa´ acordarse de su pelo. Sueña que sueña con ella y si en el infierno le espera...Quiero fundirme en tu fuego como si fuese de cera. Antes de hacer la maleta y pasar la vida entre andenes, deja entrar a los ratones para tener quien le espere. Sueña con su melena y viene el viento y se la lleva, y desde entonces su cabeza sólo quiere alzar el vuelo, y bebe rubia la cerveza pa´ acordarse de su pelo. Sueña que sueña la estrella siempre en estado de espera; vuelve a coger la botella y pasa las noches en vela,...siempre en estado de espera

jueves, 15 de mayo de 2008


Tu coche es japonés,

tu pizza es italiana,

tu democracia es griega,

tu cafe es brasileño,

tus vacaciones son turcas,

tus números son árabes,

tu escritura es latina

y...¿¿Reprochas a tu vecino ser un extranjero??